De Corazón a corazón: 2Cor 9,6-11 ("Dios ama al que da con alegría"); Mt 6,1-6.16-18 ("Tu Padre, que ve en los secreto, te recompensará")
Contemplación, vivencia, misión: Para saber cuál es nuestra sintonía con los sentimientos de Cristo, basta con observar si hemos captado su sensibilidad hacia el Padre tan querido: "Ya sabe vuestro Padre"..., "cuánto más vuestro Padre os dará el Espíritu Santo"..., "para que glorifiquen a vuestro Padre"..., "para que seáis hijos de vuestro Padre"... "vuestro Padre os ama"... Todo corresponde a sus sentimientos más profundos: "Sí, Padre, porque así te agrada"..., "Padre, he cumplido tu obra"..., "Padre, si es posible"..., "perdónales, Padre"..., "Padre, en tus manos"... Vivir en esta sintonía equivale a dar con alegría, sin esperar otro premio que el de poder amar al Padre, por Cristo, en el Espíritu.
*En el día a día con la Madre de Jesús: María oyó de los labios de Jesús la expresión "mi Padre" (Lc 2,49). Era una invitación a seguir viviendo de sorpresa en sorpresa, en sintonía con el amor de Jesús al Padre, dispuesto a vivir "su hora" de "amar hasta el extremo" (Jn 2,4; 13,1).
AÑO DE LA FE: "Toda la vida es una peregrinación. Lo importante es el encuentro con Jesús en el camino de la vida, el encuentro con Él, y esto nos da la fe, porque es Él quien nos la da. ¡Déjense guiar por Jesús!" (Papa Francisco, por teléfono, a peregrinos hacia Loreto 8 junio 2013)
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