De Corazón a corazón: 1Re 19,16.19-21 ("Elías echó su manto sobre Eliseo"); Gal 5,1.13-18 ("Nos libertó Cristo… sois conducidos por el Espíritu"); Lc 9,51-62 ("El hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza… Sígueme")
Contemplación, vivencia, misión: El amor de un corazón unificado y libre en la verdad de la donación, puede cambiar el mundo. Es la libertad que nos ha legado Jesús, fruto del Espíritu de amor. Los dones de Dios no son Dios, sino sólo expresiones de su amor para compartirlo con todos los hermanos. La historia de gracia de toda la humanidad, purificada por Jesús, se recibe para custodiarla, purificarla, perfeccionarla, compartirla y transmitirla como herencia. Esta obra de artesanía sólo es posible compartiendo la vida con Cristo.
* En el día a día con la Madre de Jesús: "Sígueme" es palabra siempre recién salida del Corazón de Cristo, que declara su amor de amistad e invita a compartir su mismo estilo de vida, en un seguimiento familiar "con (María) su Madre" (Jn 2,12)
AÑO DE LA FE: "La fe nos dice que sólo un corazón nuevo, regenerado por Dios, crea un mundo nuevo" (Papa Francisco, 17 junio 2013)
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