De Corazón a corazón: Sab 2,1.12-22 ("Tendamos lazos al justo… condenémosle a una muerte afrentosa"); Jn 7,1-2.10.25--30 ("Yo le conozco (al Padre) porque vengo de él y es él quien me ha enviado")
Contemplación, vivencia, misión: Es un dato curioso en la historia de todos los pueblos: si alguien (un "justo") quiere hacer de su vida sólo donación sin ruidos, queda ridiculizado y puede ser "crucificado". Si Jesús hubiera nacido en otro pueblo o en nuestra época, le hubiera ocurrido lo mismo. Es la "suerte" de Jesús, que él quiere compartir con "los suyos" hasta "el final" (Jn 13,1). Tengo la impresión que el Papa Francisco I nos invitó (13 marzo) a seguir este mismo camino evangélico.
*En el día a día con la Madre de Jesús EN EL AÑO DE LA FE: María recordó siempre la profecía de Simeón sobre la "espada" (Lc 2,35). La razón de su existir era sólo la de "compartir" la misma suerte de su Hijo. Es "la mujer" (Jn 19,26), la madre "consorte", virgen fiel y fecunda, que comparte el "dolor" y el "gozo" (Jn 16,21) de Jesús y de "los suyos". La visita privada del Papa Francisco I a Santa María Mayor (14 marzo, 8 a.m.) ha sido un gesto familiar y profético.
La oración en nuestro Cenáculo mariano y eclesial con el NUEVO SUCESOR DE PEDRO (Francisco I) es en sintonía con la oración sacerdotal de Cristo…
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