Homilía en el inicio de su pontificado (24 abril 2005):
"Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario. Nada hay más hermoso que haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio, por Cristo. Nada más bello que conocerle y comunicar a los otros la amistad con él".
Primera encíclica "Deus Caritas est" (25 diciembre 2005):"No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva".
Para el Año de la Fe, "Porta Fidei": … "la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo" (n.2)… "Nos compromete a cada uno a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo" (n.15)
Mensaje para la Jornada Mundial de las vocaciones, 21 abril 2013):
"Para responder a esta invitación es necesario dejar de elegir por sí mismo el propio camino. Seguirlo significa sumergir la propia voluntad en la voluntad de Jesús, darle verdaderamente la precedencia, ponerlo en primer lugar frente a todo lo que forma parte de nuestra vida: la familia, el trabajo, los intereses personales, nosotros mismos. Significa entregar la propia vida a él, vivir con él en profunda intimidad… las opciones radicales, para un servicio a los demás siguiendo las huellas de Jesús.
Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud, en 2013: "Dejaos atraer por él! ¡Vivid esta experiencia del encuentro con Cristo… ! Dejaos amar por él y seréis los testigos que el mundo tanto necesita… Dar a conocer a Cristo, que es el don más precioso que podéis dar a los demás… Como muestra la gran estatua de Cristo Redentor en Río de Janeiro, su corazón está abierto para amar a todos, sin distinción, y sus brazos están extendidos para abrazar a todos. Sed vosotros el corazón y los brazos de Jesús"
Despedida día 28 febrero 2013: "La Iglesia vive, crece y se despierta en las almas, que —como la Virgen María— acogen la Palabra de Dios y la conciben por obra del Espíritu Santo; ofrecen a Dios la propia carne y, precisamente en su pobreza y humildad, se hacen capaces de generar a Cristo hoy en el mundo".
Encíclica DEUS CARITAS EST (2005) (ver arriba el n.1): "Deseo hablar del amor, del cual Dios nos colma, y que nosotros debemos comunicar a los demás" (n. 1). "Poner la mirada en el costado traspasado de Cristo… Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar" (n.12). "Toda la actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que busca el bien integral del ser humano" (n.19). "La unión con Cristo es al mismo tiempo unión con todos los demás a los que él se entrega. No puedo tener a Cristo sólo para mí; únicamente puedo pertenecerle en unión con todos los que son suyos o lo serán" (n.14). "Entonces aprendo a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo. Su amigo es mi amigo" (n. 18). "Santa María, Madre de Dios… Enséñanos a conocerlo y amarlo, para que también nosotros podamos llegar a ser capaces de un verdadero amor y ser fuentes de agua viva en medio de un mundo sediento" (n.42)
Encíclica SPE SALVI (2007): « SPE SALVI facti sumus » – en esperanza fuimos salvados, dice san Pablo (Rm 8,24)… Saber que existe Aquel que me acompaña incluso en la muerte y que con su « vara y su cayado me sosiega », de modo que « nada temo » (cf. Sal 22,4), era la nueva « esperanza » que brotaba en la vida de los creyentes (n.6)… María, estrella de la esperanza (n.44).
Encíclica CARITAS IN VERITATE (2009). La caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su promesa y nuestra esperanza... valorar y practicar la caridad a la luz de la verdad (n.2). (Compartir con los hermanos los dones recibidos)
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