De Corazón a corazón: Is 50,4-7 ("No me resistí, ofrecí mis espaldas a los que me golpeaban"); Fil 2,6-11 ("Se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte de cruz"); Lc 22,14-23,56 (Pasión según S. Lucas: "Con gran deseo he deseado comer esta Pascua con vosotros")
Contemplación, vivencia, misión: La "Pasión" de Jesús hace evidente que él ha querido correr nuestra misma suerte, haciendo de nuestra vida su misma biografía. La vida ya tiene sentido porque él la vive con nosotros, como Verbo "Encarnado". Los zarandeos de la historia son también providenciales: nos permiten sentirle cercano, asumiendo y suavizando nuestra "Cruz", que ya es común y "complemento" mutuo.
*En el día a día con la Madre de Jesús: Nos invita a correr su misma suerte, partiendo su mismo pan (Él mismo), el pan que "tiene el sabor de la Virgen Madre" (Juan Pablo II), compartiendo su misma vida con amor de amistad indisoluble.
AÑO DE LA FE: "Benedicto XVI, con intuición verdaderamente inspirada, ha proclamado para la Iglesia católica Año de la Fe… proponiendo una especie de peregrinación a lo que es esencial para todo cristiano: la relación personal y transformadora con Jesucristo, Hijo de Dios, muerto y resucitado por nuestra salvación" (Papa Francisco, 20 marzo 2013)
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