A las ocho de la tarde, hora de Roma, se ha hecho efectiva la renuncia de Su Santidad Benedicto XVI. La Iglesia entra en el período de Sede Vacante. Se conoce como tal el tiempo que transcurre desde que se produce la vacante en la Sede romana hasta la elección del siguiente Sucesor de San Pedro. Este período ha sido regulado con detalle por la legislación canónica, teniendo en cuenta que se trata de un momento delicado para la vida de la Iglesia.
Durante el período de Sede Vacante –igual que en el caso de sede impedida– el criterio general es el de nihil innovetur: que no se innove nada. Como es sabido, el gobierno de la Iglesia se confía al Colegio de los Cardenales, solamente para el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables, y para la preparación de lo necesario para la elección del nuevo Papa. La misión del Colegio de Cardenales en este período es la organización del Cónclave y asegurar los derechos de la Sede Apostólica en este tiempo. Leer más de este artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario