De Corazón a corazón: Heb 7,1-3.15-17 ("Sacerdote para siempre… una esperanza mejor, mediante la cual nos acercamos a Dios"); Mc 3,1-6 ("Dijo al hombre: «Extiende tu mano». Él la extendió y quedó curada").
Contemplación, vivencia, misión: No hay que hacerse ilusiones. Nuestra única "esperanza" es Cristo, porque es el único que da sentido a la vida y a la historia. Poder, riqueza y honores, son pura falacia. Él es el Hijo de Dios que comparte nuestra historia. Nos pide sólo "extender la mano", nuestro pequeño gesto de servicio y donación. Él lo transforma todo en una sinfonía maravillosa que armoniza las diferencias.
*En el día a día con la Madre de Jesús: La unidad familiar y eclesial se fragua "orando en unión con María la Madre de Jesús" (Hech 1,14), dispuestos a "convertirse más radicalmente al Evangelio" (Juan Pablo II, UUS 15).
AÑO DE LA FE: "Quisiera invitar a todos, en este Año de la fe, a asumir con mayor frecuencia la Biblia para leerla y meditar en ella, y para prestarle más atención a la lectura en la misa dominical, todo lo cual es un alimento valioso para nuestra fe" (Benedicto XVI, Catequesis 12 dic. 2012)
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