De Corazón a corazón: Heb 7,25-8,6 ("Siempre vivo para interceder por nosotros… Se ofreció a sí mismo… Mediador de una mejor Alianza"); Mc 3,7-12 ("Curó a muchos"). Para S. Francisco de Sales: Ef 3,14-19; Mt 11,25-30 (ver arriba, Año Litúrgico)
Contemplación, vivencia, misión: Jesucristo es siempre sorprendente, "misterio" de un amor infinito. También ahora nos lleva en su Corazón y nos presenta al Padre, "lleno de gozo en el Espíritu Santo" (Lc 10,21), unidos a su "sí" de donación. El pacto de amor de Dios con la humanidad se está realizando, gracias a Cristo "Mediador", en la medida en que la humanidad entera quiera ser de verdad una sola familia. Él sigue "curando" todas las lacras que brotan de un corazón dividido. Su oración al Padre, en el amor del Espíritu Santo, es siempre desposorio comprometido con la voluntad del Padre y con nuestras verdaderas necesidades.
*En el día a día con la Madre de Jesús: La unidad entre los cristianos y en toda la familia humana será fruto de una "sosegada y limpia mirada a la verdad" (Juan Pablo II, UUS 2). María sigue invitando: "Haced lo que él os diga" (Jn 2,5).
AÑO DE LA FE: "En Jesús se cumple toda promesa, en Él culmina la historia de Dios con la humanidad" (Benedicto XVI, catequesis 12 dic. 2012)
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