De Corazón a corazón: Hech 22,3-16 (cfr. 9,1-22) ("Yo soy Jesús a quien tú persigues"); Mc 16,15-18 ("Id por todo el mundo y proclamad la buena nueva… Salieron… colaborando el Señor con ellos")
Contemplación, vivencia, misión: Para San Pablo, el punto de partida y de referencia es siempre el encuentro vivencial con Cristo: "Me amó, se entregó por mí" (Gal 2,20). Este amor apasionado por Cristo le lleva al anuncio apasionado de Cristo: "La caridad de Cristo me urge" (2Cor 5,14).
Sólo este amor de entrega y de misión construye la unidad: "La caridad no busca su interés" (1Cor 13,4ss). "¿Está dividido Cristo? " (1Cor 1,10ss). El apóstol sabe que siempre está acompañado por Cristo: "No temas, estoy contigo" (Hech 18,9).
*En el día a día con la Madre de Jesús: El amor del apóstol tiene la característica del "amor materno de María" (LG 65). En las dificultades transformadas en donación, San Pablo, a la luz de la fe, se sentía como una madre fecunda, como María y como la Iglesia: "Hasta formar a Cristo en vosotros" (Gal 4,19; cfr. 4-7.26; Jn 16,21-22).
AÑO DE LA FE: "El apóstol Pablo nos ayuda a entrar dentro de esta realidad cuando escribe: «con el corazón se cree y con los labios se profesa» (cf. Rom 10, 10). El corazón indica que el primer acto con el que se llega a la fe es don de Dios y acción de la gracia que actúa y transforma a la persona hasta en lo más íntimo" (Porta Fidei, n.10).
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