De Corazón a corazón: 1Re 17,10-16 (Elías a la viuda de Sarepta: "La tinaja de harina no se vaciará"); Heb 9,24-28 ("Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez… aparecerá para dar la salvación a los que le esperan"); Mc 12,38-44 ("Esta pobre viuda ha dado de su indigencia todo cuanto tenía para vivir")
Contemplación, vivencia, misión: Las dos "viudas" son un símbolo de una realidad frecuente: los más pobres son siempre los que entienden mejor el compartir y la gratuidad. Dar de la propia pobreza, es como ponerse en manos del Alfarero para que moldee nuestro pobre barro con su aliento de amor paternal y universal. La realidad de Jesús "Sacerdote" resume y hace posible nuestra oblación "sacerdotal". Es la verdadera libertad, la verdad de la donación.
En el día a día con la Madre de Jesús: La vida es un aprendizaje para decir que "sí" y darse sin condicionamientos. Esta donación es fuente de gozo: "Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador" (Lc 1,47).
AÑO DE LA FE: "La fe es un acuerdo por el cual nuestra mente y nuestro corazón dicen su propio "sí" a Dios, confesando que Jesús es el Señor. Y este "sí" transforma la vida, abre el camino hacia una plenitud de sentido, la hace nueva, llena de alegría y de esperanza fiable" (Benedicto XVI, 24 octubre 2012).
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