De corazón a corazón: Ef 4,1-6 ("Yo, prisionero por el Señor, os exhorto a comportaros de manera digna de la vocación recibida"); Lc 12,54-59 ("¿No sabéis discernir el tiempo presente?")
Contemplación, vivencia, misión: Necesitamos abrir un poco más los ojos para descubrir las "huellas" de Cristo que nos acompaña siempre. A veces no las vemos porque, al llevarnos en su Corazón, sus huellas se identifican con las nuestras. La "vocación" más hermosa es la de ayudar a los hermanos a descubrir las huellas y los "latidos" del Corazón de Cristo en la propia vida. Compartimos una misma fe y una misma esperanza.
*En el día a día con la Madre de Jesús: "La Santísima Virgen ejerce también hoy… aquella solicitud materna para con todos los hijos de la Iglesia que el Redentor, poco antes de morir, le confió en la persona del discípulo predilecto: «¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!» (Jn 19, 26)" (Juan Pablo II).
AÑO DE LA FE: "El Año de la Fe que hemos comenzado nos sugiere el modo mejor de recordar y conmemorar el Concilio: concentrarnos en el corazón de su mensaje, que por lo demás no es otro que el mensaje de la fe en Jesucristo, único Salvador del mundo, proclamado al hombre de nuestro tiempo… encuentro transformador con la persona de Jesucristo" (Benedicto XVI, 12 octubre 2012)
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