De corazón a corazón: Gal 3,22-29 ("Os habéis revestido de Cristo"); Lc 11,27-28 ("Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan")
Contemplación, vivencia, misión: Agustín de Tagaste, antes de su conversión, buscaba inútilmente nuevas teorías sobre Jesucristo. La expresión de San Pablo, "revestirse de Cristo", le tocó el corazón. Si Cristo no entra en nuestro modo de pensar, de sentir y de vivir, se queda en un simple adorno "religioso". María, la Madre de Jesús, le recibió en su seno y especialmente en su corazón. Las palabras del Señor sólo se captan de corazón a corazón.
*En el día a día con la Madre de Jesús: Si meditamos el evangelio como María, podremos "redescubrir el valor de la oración del Rosario como camino para un encuentro personal con Cristo" (Benedicto XVI, Audiencia, 6 octubre 2010).
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