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De: "Unos momentos" <unosmomentos@fibertel.com.ar>
Fecha: 31 de agosto de 2012 02:57:55 GMT+02:00
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Asunto: [Unosmomentos] Lecturas del 1 y 2-9-12 (Sábado de la Semana 21 y Domingo de la 22)
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Lecturas del 1 y 2-9-12 (Sábado de la Semana 21 y Domingo de la 22)
San Gil, abadUnos Momentos con Jesús y MaríaLecturas del 1-9-12 (Sábado de la Semana 21)
SANTORAL:Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 1, 26-31Hermanos, tengan en cuenta quiénes son los que han sido llamados: no hay entre ustedes muchos sabios, hablando humanamente, ni son muchos los poderosos ni los nobles.
Al contrario, Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el mundo tiene por débil, para confundir a los fuertes; lo que es vil y despreciable y lo que no vale nada, para aniquilar a lo que vale. Así, nadie podrá gloriarse delante de Dios.
Por él, ustedes están unidos a Cristo Jesús, que por disposición de Dios, se convirtió para nosotros en sabiduría y justicia, en santificación y redención, a fin de que, como está escrito: El que se gloría, que se gloríe en el Señor.Palabra de Dios.
SALMO Sal 32, 12-13. 18-19. 20-21 (R.: cf. 12b)R. ¡Feliz el pueblo que el Señor se eligió como herencia!¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se eligió como herencia!
El Señor observa desde el cielo
y contempla a todos los hombres. R.Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.Nuestra alma espera en el Señor:
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Nuestro corazón se regocija en él:
nosotros confiamos en su santo Nombre. R.X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió.
En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. «Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado.» «Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor.»
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: «Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado.» «Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor.»
Llegó luego el que había recibido un solo talento. «Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!»
Pero el señor le respondió: «Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.
Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes.»Palabra del Señor.ReflexiónEl significado de la parábola es claro. Los siervos somos nosotros; los talentos son las condiciones con que Dios nos ha dotado a cada uno: la inteligencia, la capacidad de amar, de hacer felices a lo demás, los bienes naturales. El tiempo que dura el viaje del amo es nuestra vida. El regreso inesperado: la muerte. La rendición de cuentas es el juicio. Entrar en el banquete: el Cielo.
En la época del Evangelio, el talento era una unidad contable que equivalía a unos cincuenta kilos de plata, y se empleaba para medir grandes cantidades de dinero. Era equivalente a unos seis mil denarios, y un denario aparece en el Evangelio como el jornal de un trabajador del campo. Aún el siervo que recibió menos bienes (un talento) obtuvo del Señor una cantidad de dinero muy grande. Una primera enseñanza de esta parábola: hemos recibido bienes incontables.
Es por eso que no nos deben parecer desconcertantes o incomprensibles las palabras de esta parábola que nos dicen que a quien no tiene, aún lo poco que tiene le será quitado.
El Señor, lo que nos enseña en este pasaje, es que todos tenemos que corresponder a las gracias que hemos recibido, hayan sido estas mayores o menores. Aquel que recibió mucho, deberá rendir cuenta por lo mucho que recibió, y se le exigirá muchos frutos. Pero aquel que recibió poco, también está obligado a responder por aquello que recibió.
En este pasaje se nos enseña a todos la necesidad de hacer fructificar los dones recibidos, de una manera esforzada, exigente y constante durante toda nuestra vida. Tenemos la necesidad de producir buenas obras, y estas buenas obras deben ser realizadas proporcionalmente a los dones recibidos, ya que los talentos de la parábola designan la capacidad que recibimos para hacer buenas obras.
Hoy vamos a pedir al Señor que siempre nos preocupemos de hacer fructificar los talentos recibidos, poniéndolos al servicio de Dios y de nuestro prójimo.
Himno de la Liturgia de las HorasEn el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu,salimos de la noche y estrenamos la aurora;saludamos el gozo de la luz que nos llegaresucitada y resucitadora.Tu mano acerca el fuego a la tierra sombría,y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia;silabeas el alba igual que una palabra;tu pronuncias el mar como sentencia.Regresa, desde el sueño, el hombre a su memoria,acude a su trabajo, madruga a sus dolores;le confías la tierra, y a la tarde la encuentrasrica de pan y amarga de sudores.Y tú te regocijas, oh Dios, y tu prolongasen sus pequeñas manos tus manos poderosas;y estáis de cuerpo entero los dos así creando,los dos así velando por las cosas.¡Bendita la mañana que trae la noticiade tu presencia joven, en gloria y poderío,la serena certeza con que el día proclamaque el sepulcro de Cristo está vacío! Amén.
SANTORAL: San Gil, abad
El nombre Gil es derivado de Egidio, al igual que su equivalente francés Gilles. Según la etimología popular, significa "el protegido", "el que está bajo la égida".
Las actas que se refieren a san Gil son de dudosa autenticidad, pero a través de los siglos se ha trasmitido su leyenda, que procede de la edad media (siglo X), y es como sigue.
Childeberto, rey de los francos (otros dan el nombre de Wamba, o de Flavio, rey de los godos, o el de Teodorico), "salió un día de caza. Cabalgando por una gran selva del sur de Francia, divisó de pronto una magnífica cierva. En su persecución atravesó montes y cañadas – imposible darle aIcance –, hasta que el animal se detuvo ante una cueva excavada en la roca y al instante una flecha atravesó los aires.
"El rey se aproximó. Sus ojos fueron testigos de un espectáculo inesperado: Ia cierva se hallaba acurrucada y temblorosa a los pies de un anciano de larga cabellera y hábito de monje, puesto en oración. La herida, ocasionada por la flecha, manchaba de sangre el rostro y el hábito del ermitaño.
"Childeberto pidió perdón a tan raro personaje y ordenó a un caballero de su séquito que curase la herida. Nació así entre ambos una sólida amistad. El rey de los francos le pidió que dejase su ermita y viviera con él, para hacer las veces de consejero, en el palacio. Aunque el anciano, cuyo nombre era Gil (se trata precisamente del santo del día), no aceptó la propuesta, en agradecimiento por su amistad el monarca le construyó en ese mismo lugar un monasterio, que nunca abandonó".
Gil era natural de Atenas. De niño, era conocido por sus amigos y vecinos por la bondad de su corazón. En invierno, recorriendo las calles, muchas veces se despojó del abrigo para cubrir los harapos de los desdichados. Entre sus milagros se cuenta que un mendigo enfermo, al abrigarse con su manto, súbitamente se sintió curado.
Pertenecía a una familia adinerada. Al morir sus padres, el joven repartió la cuantiosa herencia entre los necesitados. Por este hecho y por tantas obras de caridad, comenzó a ser popular. Por humildad, abandonó entonces su patria, Grecia, y se dirigió a! sur de Francia, donde llevó vida solitaria, alimentándose de hierbas y raíces silvestres, y de la leche de una cierva que todos los días acudía a su refugio.
El encuentro con el rey Childeberto alteró el curso de sus días. Llegaron jóvenes deseosos de imitarlo y se pusieron bajo su dirección. Oraban largas horas del día, cantaban salmos y él los adiestraba en trabajos manuales. El cultivo de la tierra fue fructífero; además abrían caminos por los desiertos y así formaron, poco a poco, pueblos a los que evangelizaban.
Gil regía con inteligencia y cariño el monasterio, dedicado a san Pedro y san Pablo, del cual fue abad hasta el fin de su vida. Murió un 1 de setiembre. No se sabe con exactitud el año: puede ser el 700, como aIgunos escriben, o el 725, como sostienen otros autores. Se halla sepultado en Tolosa (Francia) en la iglesia abacial de San Fermín.
Otras celebraciones de hoy: Nuestra Señora de la Fontcalda. Santos: San Gregorio Magno, Papa y Doctor, Terenciano, Victorio, Constancio, Melecio, Prisco, Lupo, Sixto, Támaro, obispos; Anmón, diácono; Leto, Régulo, Vicente, Arturo, Inés, mártires; Ana, profetisa; Verona, virgen; Josué, patriarca; Gedeón, juez.
San BrocardoUnos Momentos con Jesús y MaríaLecturas del 2-9-12 (Domingo de la Semana 22)
SANTORAL:
Lectura del libro del Deuteronomio 4, 1-2. 6-8Moisés habló al pueblo, diciendo:
Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las leyes que no les enseño para que las pongan en práctica. Así ustedes vivirán y entrarán a tomar posesión de la tierra que les da el Señor, el Dios de sus padres. No añadan ni quiten nada de lo que yo les ordeno. Observen los mandamientos del Señor, su Dios, tal como yo se los prescribo.
Obsérvenlos y pónganlos en práctica, porque así serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos, que al oir todas estas leyes, dirán: «¡Realmente es un pueblo sabio y prudente esta gran nación!»
¿Existe acaso una nación tan grande que tenga sus dioses cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca de nosotros siempre que lo invocamos? ¿Y qué gran nación tiene preceptos y costumbres tan justas como esta Ley que hoy promulgo en presencia de ustedes?Palabra de Dios.
SALMO Sal 14, 2-3a. 3b-4b. 5 (R.: 1a)R. Señor, ¿quién se hospedará en tu Carpa?El que procede rectamente
y practica la justicia;
el que dice la verdad de corazón
y no calumnia con su lengua. R.El que no hace mal a su prójimo
ni agravia a su vecino,
el que no estima a quien Dios reprueba
y honra a los que temen al Señor. R.El que no presta su dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que procede así, nunca vacilará. R.Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 17-18. 21b. 22. 27Queridos hermanos:
Todo lo que es bueno y perfecto es un don de lo alto y desciende del Padre de los astros luminosos, en quien no hay cambio ni sombra de declinación. El ha querido engendrarnos por su Palabra de verdad, para que seamos como las primicias de su creación.
Reciban con docilidad la Palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvarlos. Pongan en práctica la Palabra y no se contenten sólo con oírla, de manera que se engañen a ustedes mismos.
La religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas cuando están necesitados, y en no contaminarse con el mundo.Palabra de Dios.
X Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce.
Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?»
El les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres.»
Y Jesús, llamando otra vez a la gente, les dijo: «Escúchenme todos y entiéndanlo bien. Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre. Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino. Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre.»Palabra del Señor.ReflexiónEn la religión judía, un punto muy importante era mantenerse puro, pues no se podía participar en el culto sin poseer ese estado de pureza. La palabra pureza no tenía para ellos el mismo sentido que le damos ahora. Hombre puro era el que no se había contaminado, ni siquiera por inadvertencia, con alguna de las cosas prohibidas por la Ley.Por ejemplo, la carne de cerdo y de conejo era considerada impura: no se debía comer. Una mujer durante su menstruación o cualquier persona que tuviese hemorragias eran tenida por impura durante un determinado número de días, y nadie debía ni tocarlas siquiera. Un leproso era impuro hasta que sanara. Si caía un bicho muerto en el aceite, éste se hacía impuro y se debía tirar, etc. Todo el que se hubiera manchado con esas cosas, aunque no fuera por culpa suya, tenía que purificarse, habitualmente con agua, y otras veces pagando sacrificios.Estas leyes habían sido muy útiles en un tiempo para acostumbrar al pueblo judío a vivir en forma higiénica.Servían, además, para proteger la fe de los judíos que vivían en medio de pueblos que no conocían a Dios.La pureza del corazón y la santidad es una meta para todos los bautizados. En este tema es definitivo el Concilio Vaticano II cuando dice que: "Todos los fieles de cualquier estado y condición están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad y esta santidad suscita un nivel de vida más humano incluso en la sociedad terrena." Jesús mandó a todos sus discípulos "sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto". Hoy también podemos caer en la tentación de darle más valor a los preceptos de los hombres que al precepto con mayúscula de Dios, el precepto del amor.El pueblo judío, con el tiempo, se había cargado de normas, en cuyo origen había estado el cumplimiento de obligaciones para con Dios. Pero en la época de Jesús, muchas de esas normas, eran solo signos exteriores, que perdían de vista lo verdaderamente importante.Jesús les repite las palabras del profeta Isaías: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.A Dios no se le puede honrar sólo con manifestaciones exteriores, se le debe honrar en espíritu y en verdad.Y el Señor, no se pronuncia "contra la ley" ni "contra las exteriorizaciones de la ley". Jesús, fue respetuoso de las leyes de su pueblo, como lo fueron José y María, pero siempre antepuso "el hombre" a la "ley". Siempre antepuso el amor.A la luz de este evangelio, tenemos que analizar ¿qué ve en nosotros Jesús hoy?¿Cómo actuamos?. ¿Cumplimos con los ritos sólo exteriormente, o verdaderamente lo que nos mueve es el amor?.Cumplir con los ritos exteriores cuando son verdaderamente expresión de lo que tenemos en nuestro corazón es realmente bueno y agradable a Dios.Pero el Señor, nos pide coherencia.Muchas veces vemos en nuestro pueblo, que se le da demasiada importancia a fórmulas, ritos y costumbres, pero se disocia la religión de la vida.Eso es lo que Jesús criticó a los fariseos y nos critica también a nosotros hoy.El Señor quiere y espera de nosotros que pongamos empeño en ser limpios de corazón. Los ritos de purificación, de limpieza del pueblo judío, eran simples manifestaciones exteriores, y Jesús les muestra que lo que verdaderamente es importante no es tener "limpias" las manos, sino el corazón. Centrarse sólo en los ritos es vivir una religión exterior vacía, una religión que reemplaza a la auténtica fe.El Señor nos quiere libres, dispuestos a cambiar aquello que haya que cambiar, para no perder lo verdaderamente importante. Lo que debe gobernar nuestros actos es el amor al prójimo y la rectitud de intención en toda circunstancia.Pidamos hoy a María, nuestra madre, esa pureza del corazón que Jesús nos enseña.María, pureza en vuelo,Virgen de vírgenes, danosla gracia de ser humanossin olvidarnos del cielo.Enséñanos a vivir;ayúdenos tu oración;danos en la tentaciónla gracia de resistir.Honor a la Trinidadpor esta limpia victoria.Y gloria por esta gloriaque alegra la cristiandad. Amén.Amén.Himno de la Liturgia de las Horas - Primeras Vísperas de la Fiesta de la Presentación del Señor.
SANTORAL: San Brocardo
Poco es lo que se sabe de él. Fue un carmelita muy observante, de profunda piedad y de gran sabiduría para dirigir las almas. Tal experiencia lo llevó a redactar y a poner en práctica una constitución estable para el monasterio, consultando previamente a san Alberto Avogadro, legado papal en Palestina, quien le dio, en e1 año 1209, una regla para los eremitas del monte Carmelo.
Brocardo era hombre de lucha y de mucha fe. Supo hacer de los días, que transcurren con rapidez, un canto al trabajo, al silencio y a las plegarias. Se lo eligió prior. ¿Qué debía prescribirse a los monjes para agradar más al Señor? La constitución que redactó imponía los votos de pobreza y castidad. Seguían las jornadas de absoluto silencio; luego, plegarias y penitencias. El silencio no debía ser ocioso; se trabajaba según las fuerzas físicas de cada uno, y cada uno debía aportar diariamente el producto de su labor.
"Todo para todos", tal era la norma del Carmelo, que después se difundió por todos los conventos de la orden cuando éstos se pro- pagaron también en Occidente.
Brocardo fue, él, la regla misma, el conductor, el guía. La regla, constitución, las leyes vigentes debían ser, para el monasterio, la matriz del diario vivir. Un vivir no pesaroso; el monje, en su silencio, se sentía inundado de Dios.
Tal fue la misión de Brocardo para las leyes estables de los carmelitas; ardió en deseos de dar y de darse, y supo aceptar con humildad lo injusto y lo doloroso.
Los carmelitas desde tiempos remotos se encontraban en eI monte Carmelo viviendo en el espíritu que les dejara Elías. Desde la agrupación de los primeros monjes floreció la devoción a la Virgen, que está en el centro de la devoción carmelitana.
Según la tradición, el papa Honorio III se disponía a suprimir a los carmelitas, cuando, en 1226, tuvo una visión, en la cual se le apareció la santísima Virgen como su protectora, lo cual hizo que el Sumo Pontífice diera su beneplácito y aprobara la regla.
Tradicionalmente se considera al profeta Elías como el fundador de la orden. En San Pedro vemos su estatua, que lo recuerda como tal. Pero el que dio la constitución estable y disciplinada al monasterio fue san Brocardo, quien, como ya se dijo, había recibido de san Alberto Avogadro los fundamentos de Ia misma.
San Brocardo fue prior hasta el momento de su tránsito, un 2 de setiembre. Se cuenta que san AIberto Avogadro tenía el propósito de llevarlo consigo al concilio de Letrán, por su gran versación en cuestiones orientales y del Islam, pero san Alberto murió en 1214, un año antes de Ia apertura de la magna asamblea.
Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy: Santos: Agrícola, Cástor, Maine, Próspero, obispos; Eleazar, Licinio, Teodora, confesores; Antolín, Diómedes, Julián, Felipe, Elpidio, Peregrino, Facundino, Juventino, Almaquio, Sofía, Teódota, Zenón, Concordio, Teodoro, mártires; Elpidio, abad; Cosme, eremita; Raquel (A. T.)
Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones que acompañan las lecturas, textos de distintos autores: Hablar con Dios del P. Fernández-Carvajal, Cinco Minutos con Dios del P. A. Milagros, Meditaciones del Pueblo de Dios del P. E. López Rosas, Buenas Noticias para cada día del P. J.M.Garuza, Encuentros Bíblicos del P. M. Wiechs, Por los Caminos del Señor del Card. C. Martini, Palabra de Dios para cada día del P. N Quesson, Pensar por Libres del P. E. Monasterio, etc.. y los comentarios de la Biblia Latinoamericana y de EUNSA. También se han incluido Himnos y Salmos de la Liturgia de las Horas y se han utilizado las biografías de Amigos de Dios y de los Hombres, de Esther Pizzariello de Leoz, y 365 Historias de Clovis Bovo, para la preparación del Santoral. Los realizadores de esta recopilación de textos no pretenden en ningún caso atribuirse la autoría de los mismos, ni persiguen ningún fin de lucro ni otro, que no sea la propagación de la Palabra de Dios y la doctrina católica.Unos Momentos con Jesús y MaríaPara recibir las lecturas diariamente, envíe un mensaje desde su correo a:
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