EVANGELIO DEL DÍA: 12/04/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Lunes de la II Semana de Pascua
Libro de los Hechos de los Apóstoles 4,23-31.
Una vez en libertad, los Apóstoles regresaron adonde estaban sus hermanos, y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos.
Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: "Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos;
tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?
Los reyes de la tierra se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido.
Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido.
Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano.
Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con toda libertad:
extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre de tu santo servidor Jesús".
Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios.
Salmo 2,1-3.4-6.7-9.
¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?
Los reyes de la tierra se sublevan, y los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Ungido:
"Rompamos sus ataduras, librémonos de su yugo".
El que reina en el cielo se sonríe; el Señor se burla de ellos.
Luego los increpa airadamente y los aterra con su furor:
"Yo mismo establecí a mi Rey en Sión, mi santa Montaña".
Voy a proclamar el decreto del Señor: El me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y como propiedad, los confines de la tierra.
Los quebrarás con un cetro de hierro, los destrozarás como a un vaso de arcilla"
Evangelio según San Juan 3,1-8.
Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos.
Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: "Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él".
Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios. "
Nicodemo le preguntó: "¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?".
Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu.
No te extrañes de que te haya dicho: 'Ustedes tienen que renacer de lo alto'.
El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu".
Una vez en libertad, los Apóstoles regresaron adonde estaban sus hermanos, y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos.
Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: "Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos;
tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?
Los reyes de la tierra se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido.
Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido.
Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano.
Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con toda libertad:
extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre de tu santo servidor Jesús".
Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios.
Salmo 2,1-3.4-6.7-9.
¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?
Los reyes de la tierra se sublevan, y los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Ungido:
"Rompamos sus ataduras, librémonos de su yugo".
El que reina en el cielo se sonríe; el Señor se burla de ellos.
Luego los increpa airadamente y los aterra con su furor:
"Yo mismo establecí a mi Rey en Sión, mi santa Montaña".
Voy a proclamar el decreto del Señor: El me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y como propiedad, los confines de la tierra.
Los quebrarás con un cetro de hierro, los destrozarás como a un vaso de arcilla"
Evangelio según San Juan 3,1-8.
Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos.
Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: "Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él".
Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios. "
Nicodemo le preguntó: "¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?".
Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu.
No te extrañes de que te haya dicho: 'Ustedes tienen que renacer de lo alto'.
El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu".
Jn 3,1-8
Homilía atribuida a san Hipólito de Roma (? –hacia 235), presbítero y mártir
Homilía para la fiesta de la Epifanía, sobre la «santa Teofanía»; PG 10, 854-862
Renacer por el agua y el Espíritu Santo
Os ruego que me pongáis una atención constante. Quiero remontarme al manantial de la vida y hacer brotar de ella la fuente de los remedios. El Padre Inmortal ha enviado al mundo a su Hijo inmortal y su Verbo. Éste vino hacia el hombre para lavarlo con el agua y el Espíritu. Lo engendró de nuevo por la incorruptibilidad del alma y del cuerpo. Nos infundió el Espíritu de vida y nos cubrió completamente con una armadura imperecedera. Si el hombre, pues, ha sido mortal, será también divinizado. Si después del renacimiento por el baño es divinizado a través del agua y del Espíritu Santo, se encontrará, después de la resurrección de los muertos, que es heredero del cielo.
Venid, todas las naciones a la inmortalidad del bautismo... Esta agua es la que nos hace participar del Espíritu, riega el paraíso, da de beber a la tierra, hace crecer las plantas, da a luz a los vivos y, por decirlo de una vez, engendra al hombre a la vida haciéndolo renacer. Cristo fue bautizado en ella, sobre ella el Espíritu descendió en forma de paloma...
El que con fe baja al baño de la regeneración rechaza el vestido de la esclavitud y se reviste de la adopción. Sube del bautismo brillante como el sol, resplandeciendo justicia. Aún mucho más: sale hijo de Dios y coheredero con Cristo a quien sean dadas la gloria y el poder, como también al santísimo Espíritu, bueno y vivificante, ahora y siempre por todos los siglos. Amén.
Venid, todas las naciones a la inmortalidad del bautismo... Esta agua es la que nos hace participar del Espíritu, riega el paraíso, da de beber a la tierra, hace crecer las plantas, da a luz a los vivos y, por decirlo de una vez, engendra al hombre a la vida haciéndolo renacer. Cristo fue bautizado en ella, sobre ella el Espíritu descendió en forma de paloma...
El que con fe baja al baño de la regeneración rechaza el vestido de la esclavitud y se reviste de la adopción. Sube del bautismo brillante como el sol, resplandeciendo justicia. Aún mucho más: sale hijo de Dios y coheredero con Cristo a quien sean dadas la gloria y el poder, como también al santísimo Espíritu, bueno y vivificante, ahora y siempre por todos los siglos. Amén.
San Zenón de Verona
El murió hacia el año 380. Se le conocía solamente gracias a los cien sermones que se le atribuyen.
Fue obispo de Verona, cerca de Venecia en el 362. Lo primero que aparece de su figura ,está en Juliano el Apóstata (361-363). Es el caso de un clérigo pagano restablecido en su cargo durante el imperio, pero al que se le prohibió que hiciera proselitismo entre los cristianos.
Otro dato es el que proviene de Teodosia. Fue ella quien proclamó el cristianismo como religión del Estado.
El obispo Zenón vivía al modo, al estilo propio que llevaban los apóstoles.
Se le suele representar en el arte e iconografía como el santo que lleva un pez para recordarnos que, si no quieres estar a cargo de nadie, debes ir a pescar al río o al mar para comer lo necesario.
Buena idea y magnífica lección la que nos deja su simbología que, como siempre, trasciende la mirada hacia delante y nunca hacia atrás.
Fue obispo de Verona, cerca de Venecia en el 362. Lo primero que aparece de su figura ,está en Juliano el Apóstata (361-363). Es el caso de un clérigo pagano restablecido en su cargo durante el imperio, pero al que se le prohibió que hiciera proselitismo entre los cristianos.
Otro dato es el que proviene de Teodosia. Fue ella quien proclamó el cristianismo como religión del Estado.
El obispo Zenón vivía al modo, al estilo propio que llevaban los apóstoles.
Se le suele representar en el arte e iconografía como el santo que lleva un pez para recordarnos que, si no quieres estar a cargo de nadie, debes ir a pescar al río o al mar para comer lo necesario.
Buena idea y magnífica lección la que nos deja su simbología que, como siempre, trasciende la mirada hacia delante y nunca hacia atrás.
A los presbíteros en esa comunidad, yo, prebístero como ellos testigos de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a descubrirse, os exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios vuestro cargo, gobernándolo, no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere, no por sórdida ganancia, sino con generosidad, no como dominadores sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño. Y cuándo aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se marchita. 1 Pe 5, 1-4
Señor, tú que por la predicación de San Zenón de Verona obispo llamaste a nuestros padres a la luz admirable del Evangelio, te pedimos que, por su intercesión, nosotros crezcamos también en tu gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina contigo.
Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Cuba.
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